Sólo jugando a Harvest Moon te das cuenta de lo excepcionalmente cómodo que resulta el hecho de vivir en una metrópolis. El mayor exponente del confort que ofrece la urbe sería sin duda el chino/tienda 24h.
¿Me apetece un bocata? hay bocatas ¿un zumín? Hay zumo, y actimel, y todo lo que quieras, hasta revistas porno. Y para que os hagáis una idea de por dónde van los tiros, Harvest Moon DS es todo lo contrario a eso. Pensad en la Castilla más profunda y desértica que os podáis imaginar, sí, uno de esos asépticos e inquietantes lugares en los que sólo se divisa; el horizonte, un trigal, un rancho y un castillo medio destruido. Bien, pues ahora retrocedéis un siglo en el tiempo, lo mezcláis con cultura j-pop y animalillos de granja, agitáis y ¡voilá! eso es Harvest Moon.
La granja No se si alguna vez habéis pisado una granja escuela y sino lo habéis hecho, mucho mejor. Es uno de esos sitios horribles dónde todos esos mitos construidos con mimo en el parvulario, se van a tomar por el culo. Donde descubres al fin que una gallina es un bicho sucio y amenazante y no un dibujo cuco que te habla. En cualquier caso, Harvest Moon es una mezcla de estas dos premisas: dibujos cucos representando la dura realidad.
Toca levantarse a las 6 de la mañana despertados como no, por un gallo infernal en off. Esto significa que comienza otro día de arduo trabajo en el campo. La labor del campesino que trabaja de sol a sol, hecha simulador digital. Nos convertimos en un pequeño granjero que deberá salvaguardar la calidad de sus productos vegetales, frutales y animales. Tu objetivo principal como buen agricultor o ganadero es preparar productos sobresalientes que tengan salida en el mercado.
Tendremos que sobrevivir a todo tipo de situaciones, aunque en esta ocasión nuestras acciones girarán en torno a la granja y el pueblo de Mineral Town. Además los cambios climáticos y de estaciones, con ciclos de lluvias, sol y temporales que pueden destrozar nuestra cosecha, hay que sumar las reacciones de nuestros vecinos agricultores. Aquí es mejor trabajarse a los vecinos para mantener buenas relaciones, que hay gente muy mala por el mundo y es mejor llevarse bien.
Pero entre tanto trabajo siempre habrá tiempo para el “ocio”. “El ocio”, consiste en la participación en ferias y concursos de animales que tendrán lugar en el pueblo, o sea más trabajo.
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