Rockstar North sigue explotando el filón de GTA y nos trae lo que ya es su décima entrega (contando expansiones); ¿ han encontrado en ella una mina inagotable?
Desde siempre el tÃtulo ha contado con la mejor publicidad que se puede tener; no me refiero a invadirnos con carteles en paradas de autobuses o spots publicitarios sino al boca a boca. Esta ha sido, sin duda, una de las claves del éxito de la saga. Y es que GTA siempre ha estado en el ojo del huracán: ya fuera para aplaudir su jugabilidad o apartado técnico como para cuestionar la moralidad de la que hacen apologÃa sus protagonistas y los temas que abarcaba, como sexo o drogas.
Otro ingrediente que favoreció que el número de seguidores cada vez fuera mayor se debe a su continua evolución. Empezamos manejando un personaje en 2D en una aventura apenas compleja. Ya en PS2, concretamente el III, nos dejó con la boca abierta: los gráficos dieron un salto importante, la libertad ya era más palpable y el desarrollo más adictivo.
Posteriormente apareció la que es con diferencia la obra maestra, Vice City; de insuperable jugabilidad aún con la aparición de más tÃtulos, incluidos un par de ellos para PSP.
JUGABILIDAD Se trata de un precuela del VC original. En esta ocasión nos pondremos en el pellejo de Victor Vance ( ¿te suena el apellido?); eres un ejemplar marine que cuida de su hermano asmático, del que no es asmático – aunque es mafioso: cualquier dÃa se queda sin aire – y de su madre drogadicta. Esta situación provoca que caiga en la red tendida por su superior el sargento MartÃnez; quien, a cambio de un buen dinero, pedirá a Vic que le haga de transporter para llevarle un par de paquetes que contienen lo que ya os imaginaréis.
Asi, nuestro ex – ejemplar marine se introducirá en una espiral de la que será imposible salir y lo más importante aún, sobrevivir.
La esencia de GTA se mantiene: deberás hacerte un nombre en la ciudad. Para ello, tendrás que conseguir socios – aunque ya sabéis aquà lo que duran los socios – y propiedades para marcar tu territorio.
El desarrollo es el habitual: te enfrentarás a una banda tras otra para hacerte con el monopolio de armas y drogas. Esto provocará que la amistad y el cariño de estos grupos hacia ti crezcan cada vez más, con lo que moverte por la ciudad será toda una odisea. Además, seguiremos contando con las clásicas misiones secundarias (que siguen rozando el gore). Todo ello aderezado gracias a unos diálogos que combinan la ironÃa con el cinismo.
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