Hay estilos de juego que nunca mueren y la jugabilidad que Pang llevó a la fama es una de ellas. Los zaragozanos de Eclipse Games no sólo recogen el testigo del clásico inmortal, sino que se atreven a darle su propia impronta creando un combo sorprendente entre dos géneros que, a priori, parecían irreconciliables.
Rompe las bolas
Lo que Spheroids ofrece es un cocktail jugable que mezcla Pang con las plataformas. No podría decir cuál alimenta a cuál ya que ambos se fusionan de una forma realmente sorprendente. La historia es bastante trivial, aunque aderezada con grandes dosis de humor entre los dos patéticos y risibles protagonistas: debemos detener una invasión alienígena que amenaza con destruir a la humanidad. Para ello hay que viajar por todas las partes del mundo eliminando a los invasores usando las herramientas que el chiflado de turno nos irá cediendo.
Esto desemboca en un continuo flujo de niveles en los que siempre, desde el principio hasta el final, iremos viendo a la fórmula reinventarse, aportando continuas novedades. Lo hará mediante enemigos que ataquen con nuevos patrones de movimiento o mediante gadgets que nos permitirán sortear obstáculos nuevos. Entre estos artilugios están el cable que nos permite balancearnos cual Samus Aran o incluso portales que nos permitan manejar diferentes planos dentro del juego al estilo Mutant Mudds, referencia al original incluida. Si bien es cierto que esto último no está todo lo aprovechado que debería.
La curva de dificultad es demasiado lenta, abundando los niveles fáciles (aunque disfrutables) en gran parte de la duración total del título. También encontramos algo descompensado el sistema de recompensas, con precios demasiado elevados para mejoras temporales, además de poseer un nivel de rejugabilidad escaso, salvo por el mero placer de disfrutar de este peculiar y resultón sistema de juego.
En el plano técnico también necesita alguna revisión. El movimiento en pantalla no va todo lo fluido que nos gustaría, aunque no llega a afectar en ningún momento a la jugabilidad. En lo que a banda sonora se refiere, cuenta con temas que se adaptan perfectamente a cada una de las localizaciones que visitaremos aunque repiten demasiado. Finalmente, resulta poco atractivo que, siendo un juego español, el único idioma de los textos sea el inglés.