La nueva consola de Nintendo tiene una pantalla táctil, como las de las PDAs. ¿Sorprendente? ¿No te imaginas que se puede hacer con ella?.
El juego con el que se estrena Sega en la nueva consola de su otrora rival Nintendo es, cuando menos, sorprendente, y por varios motivos. Lo primero es que viendo la caja, publicidad, y pantallas, parece un simulador de ligoteo, de esos que tanto triunfan en Japón y de los que aquà no tenemos noticias. Ya sabéis, una aventura, en plan telenovela venezolana, cuyo objetivo es quedar e intentar ligar con cuantas más mujeres mejor. En realidad, una vez que comienzas a jugar a Project Rub se te olvida ese estereotipo, y te das cuenta de que la historia principal (intentar conquistar a una chica por medio de estrafalarias e hilarantes actuaciones) es solo una excusa para enseñarnos de lo que es capaz la DS.
El modo de juego. Este juego es de esos que consisten en un montón de minijuegos distintos, colocados de forma secuencial de tal forma que vayan hilando una historia, en este caso de amor. Pues bien, aquà se acaban las similitudes con juegos como Wario Ware o Mario Party. Para empezar, dependiendo de la prueba, jugaremos con el lápiz pulsando en la pantalla táctil o con el micrófono, en una vuelta de tuerca al concepto Sing Star de Sony (tranquilos, aquà no hay que cantar).
Como ya sabréis por la review de Super Mario 64 DS, una de las novedades (y casi lo más entretenido del cartucho) con respecto a la versión de Nintendo 64 son los minijuegos, pensados para ser jugados y disfrutados con la pantalla táctil, un nuevo concepto de juego. Project Rub eleva el concepto a un nuevo nivel: Todo son minijuegos, y muy variados.
Para que os hagáis una idea de lo que os cuento, el primer juego consiste en impresionar a la chica intentando sacar un pez que se ha colado en el estómago del hombre, agitando el mismo con el lápiz hasta que lo sacamos por la boca. Suena escatológico, pero es original, divertido, y realizado con estilo. Tras esta prueba hemos captado la atención de la chica, a partir de ahora todo tiene que ver con ella, cada prueba nos llevará un poco más allá, hasta que caiga rendida en nuestros brazos.
Como os podéis imaginar el resto de pruebas siguen la misma tónica, variando el planteamiento y tipo de minijuego. Tendremos, por ejemplo, que salvar a unos paracaidistas que saltan desde un avión, tocando sobre ellos para que se abra su paracaÃdas antes de que caigan al suelo, que bailar al estilo Dance Dance Revolution pero usando los botones en vez de pisar sobre una alfombra, que guiar a nuestro héroe mientras va montado sobre un monociclo, soplar al micrófono (si si, como lo leéis, soplar) para apagar una velas, etcétera. Algunos de estos juegos son sencillos y hasta aburridos, la mayorÃa son adictivos y divertidos, de esos que, cuando pierdes, repites hasta que consigues pasar.
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